Una familia de migrantes venezolanos que intentaba movilizarse desde el Darién hacia la frontera con Costa Rica, quedó varada en medio de las protestas que locales desarrollan en ese país, y debió ser auxiliada por autoridades.
Los migrantes salieron por su propia cuenta del refugio donde se encontraban, desacatando las recomendaciones de las autoridades de esperar los traslados programados que desde hace una semana realizan para disminuir la cantidad de migrantes que se encuentran en la zona.
Las autoridades panameñas auxiliaron a una familia de venezolanos que se había quedado varada al tratar del cruzar en medio de las protestas.
— En Frontera (@EnFrontera_) July 25, 2022
Con traslados humanitarios, del 16-21 JUL, han pasado 5.827 migrantes, precisó @senafrontpanama https://t.co/W5SHP7c65X
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Desde hace 20 días se registran fuertes protestas en Panamá, que han incluido cierres de vías en múltiples zonas. Los ciudadanos no tienen oportunidad de movilizarse e insistir en pasar, puede desencadenar altercados con los manifestantes.
Hace dos semanas, los manifestantes atacaron a unos autobuses en los que trasladaban a migrantes. Las autoridades debieron intervenir y desde ese momento se trató de negociar con los manifestantes que permitieran el paso de esta población que nada tiene que ver con el conflicto interno, se encuentran en situación de vulnerabilidad y solo buscan salir del país.
Sin embargo, los manifestantes no han cedido y las autoridades debieron planificar traslados humanitarios escalonados para que los migrantes puedan llegar a Costa Rica.
Los migrantes son llevados en 15 autobuses hasta un punto, deben bajarse y caminar por la zona donde hay cierres de vías, luego se deben congregar en un sitio determinado donde las autoridades envían otras 15 unidades para que les trasladen hasta otra zona, así hasta que llegan a un refugio cerca de la frontera con Costa Rica.
Con esa modalidad han logrado trasladar a 5.827 migrantes entre el 16 y el 21 de julio, de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Fronteras de Panamás (Senafront). Sólo el 21 lograron movilizar a 1.454 personas.
No obstante, en la zona del Darién todavía hay una importante cantidad de migrantes que esperan su turno para ser incluidos en los operativos de traslado humanitario implementados por Panamá para dar respuesta a esta población.
En lo que va de 2022, según precisó la semana pasada la directora del Instituto Nacional de Migración, Samira Gozaine, por la selva del Darién han transitado cerca de 60.000 migrantes, la mayoría venezolanos.
De acuerdo con un estudio publicado recientemente por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), 81% de quienes cruzan la selva han padecido alguna lesión o enfermedad en medio del hostil trayecto, que incluye inmensos y caudalosos ríos que registran repentinas crecidas, animales salvajes y venenosos, terreno pantanoso, montañas inclinadas, despeñaderos en diversas zonas del recorrido y una lluvia constante.
La mayoría de ese 81% presenta lesiones en los pies, que pueden ir desde heridas y sangrados, hasta fracturas de tobillo. Las condiciones atmosféricas que hay en la zona son clave para el tipo de lesiones que terminan teniendo los migrantes. Mientras más lluvia, más empantanado el camino y mayor esfuerzo debe hacerse para dar cada paso, muchos, incluso, terminan ayudándose con palos o cuerdas guías para apoyarse en medio de terrenos inestables.
Hasta ahora se tiene un registro de 12 migrantes venezolanos fallecidos. El pasado fin de semana, los efectivos del Senafront lograron recuperar un cuerpo de una migrante que habría fallecido aparentemente por problemas de salud en medio de la selva. Para esta semana se espera que las autoridades puedan ofrecer detalles de su identificación.