Con creatividad y llevando un toque de magia y glamour a las fiestas infantiles de Cundinamarca y Bogotá, un emprendimiento venezolano se abre paso en el competido sector.
Tipispacio nació en 2017 por María Alejandra Blanco, una migrante venezolana que decidió dirigir su destino.
La iniciativa comenzó para los niños, pero luego llegaron opciones de hacerlo hasta para vender las carpas tipis para mascotas.
En este último caso, el producto lo enviaban a cualquier lugar de Colombia siendo el Eje Cafetero donde más lo pedían.
Este negocio se formalizó con el RUT, luego lo inscribieron en la Cámara de Comercio de Bogotá y hoy están haciendo el registro de la marca para “protegerla por todos lados”, porque aspiran abrir sucursales o franquicias.
La iniciativa dejó de ser un autoempleo y pasó a convertirse en un pequeño negocio familia que ya tiene varios empleados: sus hijos y nuera.
¿Qué actividades realizan en Tipispacio?
Blanco explicó que organizan pijamadas para niñas VIP con jacuzzi, actividades para adultos, picnic y todo tipo de evento.
“Nosotros nos las ingeniamos. Somos pioneros en esta área. Siempre andamos innovando. Buscando oportunidades”, resaltó.
En la actualidad, Tipispacio ha logrado estar en las habitaciones en los hoteles de La Sabana, donde las decoran a las parejas, también han estado en celebraciones de 15 años, fiestas infantiles, picnics y otras actividades. El servicio de fiestas lo hacen en Bogotá y La Sabana, pero no asisten a otros municipios por tema de logística.
Mamá Platzi
María Alejandra Blanco en mayo será una mamá Platzi y fue posible porque quedó seleccionada entre más de 100 mujeres, madres y emprendedoras para realizar un curso dirigido a ese público.
Junto a Blanco también quedaron seleccionadas otras dos venezolanas residenciadas en América Latina, lo que demuestra que las venezolanas son aguerridas, luchadoras y resilientes en todos los sentidos.
Blanco, la cara de Tipispacio
María Alejandra es de Maracay y llegó junto a su familia a Colombia en el año 2015. Ella estudió mercadeo, vive con su esposo, y sus dos hijos en la ciudad de Cajicá, departamento de Cundinamarca, donde habitan 96.009 venezolanos.
“Cuando llegamos a este país mi esposo ya tenía trabajo en Bogotá, por lo cual decidimos venirnos con nuestros dos hijos…», agregó.
Hoy, su hijo tiene un emprendimiento en mercadeo, y su hija estudia séptimo semestre de comunicación social en la Universidad de La Sabana.
“En vista de que mi esposo estaba trabajando, yo no podía ejercer mi carrera, pero soy graduada en mercadeo… comencé hacer cursos y talleres… Participar en una convocatoria de mujeres emprendedoras fue mi bendición porque nos dieron herramientas para desarrollar mi emprendimiento”, recordó Blanco que eso fue en 2016.
Finalizada la actividad académica, Blanco resultó la ganadora con su emprendimiento. Ganó el premio de 3 millones de pesos y, además, se sentía útil porque estaba haciendo algo. Luego vinieron eventos, ferias, actividades en las plazas, etc.
Fue así que, Blanco les dijo a las mujeres “Nosotras, podemos hacer muchos roles si nos organizamos y llevamos esas agendas. También, debemos ser prioridad, sobre todo en nuestra salud mental y más cuando nos toca migrar, pues la mujer tiene que ser fuerte…”.
