Portada » Niños migrantes venezolanos no escolarizados, ven una luz de esperanza en Soacha

Niños migrantes venezolanos no escolarizados, ven una luz de esperanza en Soacha

El Centro de Acompañamiento Pedagógico Hogar de Muchas Manos ha traído una solución para los niños y adolescentes venezolanos que no están en la escuela

por Erika Rojas
0 comentario
En Soacha Ducales atienden a niños venezolanos que no están escolarizados

Niños migrantes venezolanos no escolarizados ven una luz de esperanza en el Centro de Acompañamiento Pedagógico Hogar de Muchas Manos, ubicado en Soacha Ducales, donde les reciben para apoyarles en su proceso educativo no formal.

Este centro, iniciativa de la educadora venezolana Brigith del Carmen Aufiero Arteaga, empezó a recibir a los niños y adolescentes en marzo. Muchos de ellos no saben leer y escribir, por lo que el proceso de acompañamiento en el aprendizaje ha sido desde lo básico.

En este momento solo se atienden a 15 niños en la mañana y 10 en la tarde, por cuestiones de espacio y tiempo. Sin embargo, están considerando ampliar la atención a unos 40 niños, tanto venezolanos como colombianos que necesiten el apoyo.

Los pequeños que atienden en el Hogar de Muchas Manos no están escolarizados por múltiples razones: falta de documentos, aseguramiento en el sistema de salud y los costos económicos que conllevan la integración a un colegio en Colombia.

Los niños y adolescentes que son atendidos reciben clases de matemáticas, lectura, escritura y dictado. También aprenden sobre los valores, comparten entre sus compañeritos y reciben una merienda. En el centro tienen como objetivo que además del aprendizaje, los niños puedan aprender o realizar alguna actividad manual y recreativa una vez a la semana.

“Nos quedamos cortos. Hicimos un salón pequeño, que es como un garaje, pero está bien acondicionado y cuenta con su baño… Sin embargo, me siguen llegando más niños y ya no tengo dónde atenderlos. Nos tocará buscar un espacio más grande”, señaló para enfrontera.com Aufiero Arteaga, educadora de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), que llegó de Venezuela para aportar parte de sus conocimientos a quienes más lo necesitan, de manera gratuita y con el apoyo del Centro de Solidaridad de Bogotá.  

Todo empezó con una idea pequeña que se ha desbordado, por eso están abiertos a los apoyos que la sociedad civil quiera realizar. Incluso, están buscando a profesionales que deseen donar parte de su tiempo para enseñar actividades extracurriculares a los niños, una vez por semana, con el objetivo de que ellos aprendan otras actividades manuales y recreativas.

¿Pueden o no pueden estudiar los niños venezolanos en Colombia?       

Muchos de los niños y adolescentes migrantes venezolanos que llegan a Colombia junto a sus padres, enfrentan un proceso migratorio en riesgo de estar indocumentados, dado que muchos no cuentan con sus documentos de identidad, por lo complejo que les resulta a algunas familias tramitar los documentos en Venezuela.

Esa falta de documentos ha hecho que en algunas localidades se le presenten problemas a los migrantes para que sus niños sean aceptados en el sistema educativo formal. Aunque no casos poco frecuentes, se registran algunos, afectando el proceso educativo del pequeño.

No obstante, esa situación no debería presentarse, debido a que la propia Corte Constitucional advirtió que “por el hecho de que los menores de edad venezolanos no cuenten con una afiliación al sistema de salud y certificados de estudio, no se les puede negar la inscripción a los colegios colombianos o se estaría vulnerando su derecho a la educación”.

“La Circular 016 de 2018 instruye a las autoridades locales y a los directivos de las instituciones educativas no solo para que permitan la matrícula de los niños provenientes de Venezuela, aun si no cuentan con un documento de identificación válido en Colombia, sino también para que actúen como una primera línea en el proceso de garantía de derechos de estos niños”, indicó la sentencia.

Si bien es cierto que todos los niños y adolescentes, así como cualquier otro venezolano, deben estar regulares en el país de acogida y contar con su documento de identidad, en este caso el Permiso de Protección Temporal (PPT), mientras los padres lo tramitan, estos ciudadanos sí pueden estudiar.

Como resultado de la inclusión de los niños y adolescentes venezolanos en el sistema educativo colombiano, ya en el año 2020 estaban matriculados 363.126 alumnos venezolanos, de acuerdo con datos ofrecidos por la Viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media, Constanza Liliana Alarcón.

Precisó, además, que entre 2018 y 2020 se produjo un incremento del 967% en la matrícula de la población migrante, la cual pasó de tener influencia exclusiva en las zonas de frontera a ser un fenómeno de escala nacional.

Redacción: Erika Rojas / Edición: Carola Briceño

También te puede interesar